jueves, 26 de enero de 2012

El lunfardo, ese impertinente de piedra

Tomado de:





El lunfardo, habla popular del Río de la Plata

Oscar Conde *

Todos, en mayor o menor medida, lo usamos y lo entendemos. ¿Pero qué es el lunfardo? ¿Es un dialecto, una jerga, un lenguaje? ¿Es un vocabulario de marginales y de delincuentes? ¿El habla de las clases populares, de los porteños, de todos los argentinos? Oscar Conde analiza en Lunfardo (Taurus) su naturaleza. Aquí, un repaso de la influencia que los medios masivos de comunicación han tenido en la incorporación de nuevas palabras. 




Fue determinante el modo en el que el tango, los costumbristas, el género chico criollo y la poesía lunfardesca favorecieron la difusión y contribuyeron a la fijación del léxico lunfardo en la conciencia lingüística de los porteños durante la primera mitad del siglo pasado. El surgimiento de la radio y del cine sonoro, a partir de los años treinta, incorporó dos nuevos promotores en la circulación social del lunfardo. En los años cincuenta se sumaría a ellos la televisión, que cumpliría a mi entender un papel fundamental en este proceso.

Si se concibe el lunfardo como un argot porteño al principio, definitivamente argentino a estas alturas, que ha ido mutando a lo largo del tiempo sin desaparecer, se entenderá el rol decisivo que los medios masivos de comunicación cumplieron durante la segunda parte del siglo XX en la circulación de este vocabulario.

El análisis de la recurrencia del lunfardo en el cine debería ser tema de un estudio por separado. Por citar sólo un ejemplo, resulta llamativa la cantidad de lunfardismos expresados nada menos que en los diálogos de la primera película sonora argentina, Tango, dirigida en 1933 por Luis Moglia Barth. De todos modos no debería causar sorpresa, ya que en la escritura del guión participó el poeta Carlos de la Púa, cuyo nombre no figura en los créditos del film, pero sí en el afiche que publicitaba su estreno. Algunas de las frases incluidas son: «Se le cortó el chorro en lo mejor de la apolillada», «el estrilo se le está espiantando por la camiseta», «me caché un metejón bárbaro con una mina», «se lustra los tarros con agua colonia», «como un lonyipietro se calló la boca», «Mecha le llenaba el coco con macanas», «nos rajamos en el primer piróscafo», «estaba esgunfio de esa vida» y «manyen el taconear de esas minas».

También el lunfardo ha sido muy utilizado en letras de rock y en un efímero subgénero de la música tropical: la autodenominada «cumbia villera». La propalación de estos temas a través de la radio ha resultado igualmente importante, sobre todo para la difusión de nuevos vocablos. En menor medida, también son espacios de divulgación los foros, los chats y otros sitios de Internet, como las redes sociales.

Sin embargo, no deben confundirse la puesta en circulación y la creación del léxico lunfardo. No puede negarse que autores teatrales, libretistas de diálogos cinematográficos, radiales o televisivos y letristas de tango o rock han creado algunos lunfardismos. Pero ciertamente han sido muy pocos los que se incorporaron al uso general: un caso es el del vocablo canillita, título de la pieza que Florencio Sánchez estrenó en 1902.

Insisto, el lunfardo, como todo argot, es obra del pueblo, aun cuando eventualmente haya recogido términos debidos al ingenio de un individuo, en forma espontánea o como resultado de su actividad profesional. Los mass media no son por naturaleza creadores de palabras, sino más bien difusores de las creaciones debidas al ingenio popular. La generación de lunfardismos por parte de los medios sólo fue esporádica y estos pocos términos resultantes corrieron diversa suerte si se atiende a su permanencia en el habla cotidiana.

El vocablo tarro, «suerte», nació «según afirma López Peña» de una crónica publicada en el diario Crítica sobre un partido de fútbol jugado entre la Argentina y Uruguay en Amsterdam en 1928. El cronista escribió que los uruguayos habían tenido «un tarro bárbaro». La creación es de tipo metonímica, pues el lector debía interpretar que se hablaba de «un tarro de leche» y relacionarlo con el lunfardismo leche, «suerte».

Un caso memorable es el del término gorila, que ha perdurado hasta el presente, aun cuando en la actualidad significa más bien «individuo reaccionario y autoritario», antes que «opositor al peronismo». Como se contó más de una vez, procede de un programa radiofónico de la década de 1950, La revista dislocada, que escribía y conducía el humorista Délfor. Allí, un personaje cantaba una canción que repetía la frase «deben ser los gorilas, deben ser...». La fantasía popular identificó a estos «gorilas» como los enemigos del partido gobernante. De hecho, parte de los golpistas que se alzaron contra el gobierno en 1955 se autodenominaron de esa forma.

Otra palabra difundida en la década de 1950 por la actriz Niní Marshall «que posiblemente ha sido de su creación» es tarúpido, formada por composición entre tarado y estúpido. Ya no se usa, pero cuando yo era un niño, alrededor de 1970, se escuchaba todavía.

Entre los aportes al léxico lunfardo de los historietistas sobresale cholulo, que como sustantivo significa «admirador de los integrantes de la farándula» y, por extensión, «persona que busca relacionarse con famosos y vive obsesionada por conocer sus vidas privadas». De allí derivan sus acepciones como adjetivo: «frívolo», «superficial». De total vigencia, el término proviene del nombre de la protagonista de la historieta Cholula, loca por los astros, cuya historia es digna de mención. En abril de 1956, se lanzó la revista deportiva La Nueva Cancha. Su director, el catalán Mariano de la Torre Carlés, creó junto con el dibujante Oscar Blotta la historieta Cholula, loca por los cracks, que durante dos años pasó inadvertida. Pero en 1958 se le ocurrió a De la Torre incorporar su personaje a la revista Canal TV, que en aquella época tiraba trescientos mil ejemplares semanales. Para ello convocó a un nuevo dibujante, Toño Gallo, y a un nuevo guionista, Juan Angel Sagrera. La historieta pasó a denominarse Cholula, loca por los astros. El éxito fue inmediato y su publicación perduró once años, hasta 1968. El nuevo guionista se habría inspirado en la joven Adela Montes, una fanática de los radioteatros que solía esperar a los artistas en la puerta de las radios para conseguir sus autógrafos. Junto a algunas amigas, había formado incluso un club llamado CADA: Cazadoras Argentinas de Autógrafos. Gracias a la popularidad del CADA, lograron su propio programa radiofónico: Autógrafos en el aire, que se emitía por Radio Libertad. De más está decir que Adela Montes se convirtió en periodista de espectáculos. En cada entrega, Cholula perseguía a una estrella de la televisión «caricaturizada», y hacía esfuerzos heroicos y completamente desmedidos para obtener un autógrafo, un beso o un saludo. El personaje fue interpretado más tarde, en Radio Splendid, por la actriz Lili Gen. Recientemente, Joaquín Sabina utilizó la palabra en su canción Aves de paso: «A la intrépida cholula argentina,/ que en el corazón con tinta china/ me tatuó peor para el sol».

A partir de 1960, el humorista Pepe Biondi difundió una creación propia, de origen onomatopéyico: patapúfete; exclamación que puede ser utilizada para expresar el ruido de un golpe o una caída, como equivalente de ¡zas! o de ¡cataplum!, aunque Biondi la decía cada vez que sufría un contratiempo, una contrariedad o alguna desgracia.

De los mismos años es pendorcho «cosa cualquiera», voz creada por el humorista Aldo Cammarota en su programa Telecómicos, a mediados de los años sesenta, para aludir a una supuesta pieza mecánica en un sketch que protagonizaba Alfonso Pícaro. El personaje Volantieri le mostraba a su jefe, «el señor Cretinuchi», un plano enorme y mientras señalaba aquí y allá con el dedo, le decía, por ejemplo: «Si le ponemos un pendorcho aquí y otro aquí… la máquina va a producir el triple». Fue tan masivo su éxito que hasta se escribió la canción Ponele un pendorcho y durante más de una década, pendorcho fue utilizado como comodín hasta que con el tiempo empezó a designar el órgano sexual masculino. Hoy, prácticamente no se usa y entre los jóvenes es un vocablo casi desconocido.

También de la década de los sesenta es despiplume, equivalente a «despelote» «lío», «confusión», originada en la publicidad televisiva del coñac Tres Plumas, formada por juego paronomástico entre el lunfardismo despiole y el sustantivo incluido en la marca.

Papucho, una variante festiva del español familiar papá, que habría creado Manuel García Ferré, es también de esa misma época. En la miniserie animada Hijitus, que comenzó a difundirse en la televisión argentina en 1968, el personaje Oaky, un bebé con pañales que sabía hablar y solía portar armas de fuego, llamaba papucho a su padre, el millonario Gold Silver.

Más adelante, a comienzos de la década de 1980, se impuso la expresión alcoyana-alcoyana, para indicar alguna coincidencia entre dos personas o cosas. Esa locución nació en Atrévase a soñar, un programa televisivo de entretenimientos conducido por el actor y animador uruguayo Berugo Carámbula. Cada emisión se resolvía con un juego de memoria retentiva en el que las participantes, «siempre mujeres», debían establecer la mayor cantidad posible de coincidencias entre dos filas de paneles, en el reverso de los cuales se leían las marcas de los auspiciantes del programa, entre ellos la fábrica de frazadas Alcoyana. Ultimamente, se dice alcoyana-alcoyana cuando se vislumbra o reconoce un romance entre dos personas. De la misma época es caracúlico «amargado» y el sustantivo derivado: caraculismo, forjado por el conductor Raúl Portal a partir de la expresión cara de culo.

Forro no es una creación mediática, aunque se legitimó en los medios. Gracias al actor Antonio Gasalla, perdió su condición vulgar para incorporarse al habla cotidiana como adjetivo sinónimo de «despreciable», «torpe» e «idiota». Es difícil de olvidar para quien lo haya visto: Gasalla, disfrazado como una obesa periodista de espectáculos, señalando a su invitado de esa semana, interrogaba a la platea con gritos desaforados: «¡¿Es un ídolo o un forro?!».


*Miembro de la Academia Nacional del Lunfardo.

martes, 17 de enero de 2012

Paso de los Toros. Cosas grandes de pueblo chico

Amigo Toro. Salú!


Vayan estas cosas menudas y mínimas,  pero para los del pueblo en donde nací y crecí,  enormes, asuntos e historias que hacen a la identidad que nos construye como "isabelinos", como gente que somos allí nacida, criada, evacuada en el 1959 y que volvimos entonces al pueblo a continuar con nuestras vidas. Después, la vieja historia centralista , que obliga, que nos obliga, a lo que ha dado en llamarse en  Montevideo cuando recibe a los jóvenes que vienen todos los años a continuar sus estudios en la capital: Tocó venir !


Parroquia Santa Isabel de Portugal en construcción obra que finaliza un 4 de abril de 1903

Puente Centenario sobre el Río Negro,   cabecera norte de Paso de los Toros,  en plena construcción. Se inauguró en 1930.



















viernes, 13 de enero de 2012

Cinco poemas de Nicanor Parra

Poeta, cuentista y ensayista chileno nació en San Fabián de Alico, en 1914.

Perteneció a una sencilla familia campesina de la cual heredó  una gran sensibilidad artística y el amor a la naturaleza.
Después de sus estudios básicos, se recibió como profesor de Matemáticas en el Liceo de Chillán y en la Universidad
de Chile, en 1938.



Estuvo varios años radicado Estados Unidos e Inglaterra, gracias a becas otorgadas por institutos privados.
Regresó a Chile en 1951.


Desde 1937 incursionó en el cuento y el ensayo, manteniendo viva su vocación poética de tono evocativo y sentimental,
como se puede observar en «Cancionero sin nombre» de 1937. Con el paso de los años adoptó una línea que él mismo
denominó "antipoesía", cuya muestra más sorprendente se observa  en «Poemas y antipoemas» de 1954.


En 1969 recibió el Premio Nacional de Literatura de Chile, por «Obra gruesa». En 1991 fue galardonado por segunda
vez en su país y luego obtuvo  el Premio Internacional Juan Rulfo.

En 2011 su obra fue reconocida con el máximo
galardón de la lengua castellana  "El Premio Cervantes" .


Su obra ha sido traducida a numerosos idiomas.
 

1. Inflación

2. El pequeño burgués

3. Discurso del buen ladrón

4. [Sin título]

5. Manifiesto




    Inflación

    Alza del pan origina nueva alza del pan
    Alza de los arriendos
    Provoca instantáneamente la duplicación de los cánones
    Alza de las prendas de vestir
    Origina alza de las prendas de vestir.
    Inexorablemente
    Giramos en un círculo vicioso.
    Dentro de la jaula hay alimento.
    Poco, pero hay.
    Fuera de ella sólo se ven enormes extensiones de libertad.
     

El pequeño burgués

    El que quiera llegar al paraíso
    Del pequeño burgués tiene que andar
    El camino del arte por el arte
    Y tragar cantidades de saliva:
    El noviciado es casi interminable.

    Lista de lo que tiene que saber.

    Anudarse con arte la corbata
    Deslizar la tarjeta de visita
    Sacudirse por lujo los zapatos
    Consultar el espejo veneciano
    Estudiarse de frente y de perfil
    Ingerir una dosis de cognac
    Distinguir una viola de un violín
    Recibir en pijama a las visitas
    Impedir la caída del cabello
    Y tragar cantidades de saliva.

    Todo tiene que estar en sus archivos.
    Si su mujer se entusiasma con otro
    Le recomiendo los siguientes trucos:
    Afeitarse con hojas de afeitar
    Admirar las bellezas naturales
    Hacer crujir un trozo de papel
    Sostener una charla por teléfono
    Disparar con un rifle de salón
    Arreglarse las uñas con los dientes
    Y tragar cantidades de saliva.

    Si desea brillar en los salones
    El pequeño burgués
    Debe saber andar en cuatro pies
    Estornudar y sonreír a un tiempo

    Bailar un vals al borde del abismo
    Endiosar a los órganos sexuales
    Desnudarse delante del espejo
    Deshojar una rosa con un lápiz
    Y tragar toneladas de saliva.

    A todo esto cabe preguntarse
    ¿Fue Jesucristo un pequeño burgués?

    Como se ve, para poder llegar
    Al paraíso del pequeño burgués
    Hay que ser un acróbata completo:
    Para poder llegar al paraíso
    Hay que ser un acróbata completo.

    ¡Con razón el artista verdadero
    Se entretiene matando matapiojos!

    Para salir del círculo vicioso
    Recomiendan el acto gratuito:

    Aparecer y desaparecer
    Caminar en estado cataléptico
    Bailar un vals en un montón de escombros
    Acunar un anciano entre los brazos
    Sin despegar la vista de su vista
    Preguntarle la hora al moribundo
    Escupir en el hueco de la mano
    Presentarse de frac en los incendios
    Arremeter con el cortejo fúnebre
    Ir más allá del sexo femenino
    Levantar esa losa funeraria
    Ver si cultivan árboles adentro.
    Y atravesar de una vereda a otra
    Sin referencias ni al porqué ni al cuándo
    Por la sola virtud de la palabra.

    Con su bigote de galán de cine
    A la velocidad del pensamiento.
     

Discurso del buen ladrón

    Acuérdate de mí cuando estés en tu reino
    Nómbrame Presidente del Senado
    Nómbrame Director del Presupuesto
    Nómbrame Contralor General de la República.

    Acuérdate de la corona de espinas
    Hazme Cónsul de Chile en Estocolmo
    Nómbrame Director de Ferrocarriles
    Nómbrame Comandante en Jefe del Ejército.

    Acepto cualquier cargo
    Conservador de Bienes Raíces
    Director General de Bibliotecas
    Director de Correos y Telégrafos.

    Jefe de Vialidad
    Visitador de Parques y Jardines
    Intendente de la Provincia de Ñuble.

    Nómbrame Director del Zoológico.

    Gloria al Padre
                            Gloria al Hijo
                                                Gloria al Espíritu Santo

    Nómbrame Embajador en cualquier parte
    Nómbrame Capitán del Colo-Colo
    Nómbrame si te place
    Presidente del Cuerpo de Bomberos.

    Hazme rector del Liceo de Ancud.
    En el peor de los casos
    Nómbrame Director del Cementerio.
  
 
[Sin título]
    los civiles son gente uniformada
    también
     
Manifiesto

    Señoras y señores
    Esta es nuestra última palabra.
    –Nuestra primera y última palabra–
    Los poetas bajaron del Olimpo.

    Para nuestros mayores
    La poesía fue un objeto de lujo
    Pero para nosotros
    Es un artículo de primera necesidad:
    No podemos vivir sin poesía.

    A diferencia de nuestros mayores
    –Y esto lo digo con todo respeto–
    Nosotros sostenemos
    Que el poeta no es un alquimista
    El poeta es un hombre como todos
    Un albañil que construye su muro:
    Un constructor de puertas y ventanas.

    Nosotros conversamos
    En el lenguaje de todos los días
    No creemos en signos cabalísticos.

    Además una cosa:
    El poeta está ahí
    Para que el árbol no crezca torcido.

    Este es nuestro mensaje.
    Nosotros denunciamos al poeta demiurgo
    Al poeta Barata
    Al poeta Ratón de Biblioteca.
    Todos estos señores
    –Y esto lo digo con mucho respeto–
    Deben ser procesados y juzgados
    Por construir castillos en el aire
    Por malgastar el espacio y el tiempo
    Redactando sonetos a la luna
    Por agrupar palabras al azar
    A la última moda de París.
    Para nosotros no:
    El pensamiento no nace en la boca
    Nace en el corazón del corazón.
    Nosotros repudiamos
    La poesía de gafas obscuras
    La poesía de capa y espada
    La poesía de sombrero alón.
    Propiciamos en cambio
    La poesía a ojo desnudo
    La poesía a pecho descubierto
    La poesía a cabeza desnuda.

    No creemos en ninfas ni tritones.
    La poesía tiene que ser esto:
    Una muchacha rodeada de espigas
    O no ser absolutamente nada.

    Ahora bien, en el plano político
    Ellos, nuestros abuelos inmediatos,
    ¡Nuestros buenos abuelos inmediatos!
    Se retractaron y se dispersaron
    Al pasar por el prisma de cristal.
    Unos pocos se hicieron comunistas.
    Yo no sé si lo fueron realmente.
    Supongamos que fueron comunistas,
    Lo que sé es una cosa:
    Que no fueron poetas populares,
    Fueron unos reverendos poetas burgueses.

    Hay que decir las cosas como son:
    Sólo uno que otro
    Supo llegar al corazón del pueblo.
    Cada vez que pudieron
    Se declararon de palabra y de hecho
    Contra la poesía dirigida
    Contra la poesía del presente
    Contra la poesía proletaria.

    Aceptemos que fueron comunistas
    Pero la poesía fue un desastre
    Nosotros repudiamos
    La poesía de gafas obscuras
    La poesía de capa y espada
    La poesía de sombrero alón.
    Propiciamos en cambio
    La poesía a ojo desnudo
    La poesía a pecho descubierto
    La poesía a cabeza desnuda.

    No creemos en ninfas ni tritones.
    La poesía tiene que ser esto:
    Una muchacha rodeada de espigas
    O no ser absolutamente nada.

    Ahora bien, en el plano político
    Ellos, nuestros abuelos inmediatos,
    ¡Nuestros buenos abuelos inmediatos!
    Se retractaron y se dispersaron
    Al pasar por el prisma de cristal.
    Unos pocos se hicieron comunistas.
    Yo no sé si lo fueron realmente.
    Supongamos que fueron comunistas,
    Lo que sé es una cosa:
    Que no fueron poetas populares,
    Fueron unos reverendos poetas burgueses.

    Hay que decir las cosas como son:
    Sólo uno que otro
    Supo llegar al corazón del pueblo.
    Cada vez que pudieron
    Se declararon de palabra y de hecho
    Contra la poesía dirigida
    Contra la poesía del presente
    Contra la poesía proletaria.

    Aceptemos que fueron comunistas
    Pero la poesía fue un desastre
    Surrealismo de segunda mano
    Decadentismo de tercera mano,
    Tablas viejas devueltas por el mar.
    Poesía adjetiva
    Poesía nasal y gutural
    Poesía arbitraria
    Poesía copiada de los libros
    Poesía basada
    En la revolución de la palabra
    En circunstancias de que debe fundarse
    En la revolución de las ideas.
    Poesía de círculo vicioso
    Para media docena de elegidos:
    «Libertad absoluta de expresión».
    Hoy nos hacemos cruces preguntando
    Para qué escribirían esas cosas
    ¿Para asustar al pequeño burgués?
    ¡Tiempo perdido miserablemente!
    El pequeño burgués no reacciona
    Sino cuando se trata del estómago.

    ¡Qué lo van a asustar con poesías!

    La situación es ésta:
    Mientras ellos estaban
    Por una poesía del crepúsculo
    Por una poesía de la noche
    Nosotros propugnamos
    La poesía del amanecer.
    Este es nuestro mensaje,
    Los resplandores de la poesía
    Deben llegar a todos por igual
    La poesía alcanza para todos.

    Nada más, compañeros
    Nosotros condenamos
    –Y esto sí que lo digo con respeto–
    La poesía de pequeño dios
    La poesía de vaca sagrada
    La poesía de toro furioso

    Contra la poesía de las nubes
    Nosotros oponemos
    La poesía de la tierra firme
    –Cabeza fría, corazón caliente
    Somos tierrafirmistas decididos–
    Contra la poesía de café
    La poesía de la naturaleza
    Contra la poesía de salón
    La poesía de la plaza pública
    La poesía de protesta social.

    Los poetas bajaron del Olimpo.