Después de 20 años, repito. Nuevamente entro a una sala de cine a ver lo ya visto, y si en aquel entonces fue a mis circunstancias pura poesía, afortunadamente pese al paso del tiempo, los del mundo y los míos, sigue tozuda, emitiendo como ayer su fuerte carga de emociones en las actuales.
Eso en definitiva es desde lo audiovisual y desde la historia contada, la película Café Bagdad. Y eso sencillamente es, lo que acabo hace pocas horas de nuevamente ver y sentir. Y eso también, digámoslo, es lo que me lleva al atrevimiento de recomendar verla. No es mi profesión esa que llaman criticar cine. Soy sencillamente un espectador con algún componente compulsivo no del todo confesado que concurro casi que a diario a las salas de cine , esas , las que aún sobreviven al dvd , predispuesto a "leer" , a dejarme seducir por toda buena historia, a creerla, a encantarme con la actuación y hechizarme con el mensaje y todo eso, en la oscuridad rumorosa de una sala en donde se siluetean otras figuras humanas cautivas en armonía.
También ésta mi asiduidad, ha generado una capacidad de respuesta inmediata, cruel y sin culpa, muy poco generosa en la disculpa y menos al perdón, para toda obra que pretenda burlar la buena fé de quienes acudimos a verla, que pretenda desde la vulgaridad y la mediocridad, minimizar nuestros normales sentidos de real saber y entender, de manipular cuando no sencillamente engañar, y ésta severidad se mantiene aún cuando estas conductas, viajen, como frecuentemente lo hacen, solapadas en el prestigio y marqueting del star system que tan bien y facilmente a caballo de presupuestos multimillonarios fabrican ciertos centros de poder, Hollywood por mero ejemplo, pero seamos justos, no el único. Y también seamos justos no siempre, ni necesariamente.
Me voy a permitir si, para aquellos que no la hallan visto, aconsejarles que entren a la sala, dejen el mundo cotidiano en la percha del vestíbulo y se dejen llevar en el regocijo , en la belleza simple de relaciones humanas simples , que allí en ese escenario de la vida , que desde Shakeaspeare para aquí y para allá, y/o antes , sabemos es nuestro diario vivir, los inunde con su mensaje de esperanza , en la felicidad simple y cotidiana de la gente simple , viviendo su cotidianeidad. y sus circunstancias . Con sus dolores y sus alegrías. Pero en toda la salud que uno aspira que desde el propio transcurrir de la propia nos rodee.
Es una historia buena, simple, bien contada , evitando con éxito caer en la tentación de golpes bajos y triquiñuelas infantilizadoras , llamados a catarsis y a torrentes de lágrimas. Espero , luego de verla, estén en algo de acuerdo conmigo. O no. Que en ambas opciones me gustaría enterarme y enriquecerme desde los comentarios.
Van algunas apostillas, videos, fotografías y alguna otra cosita para que cuando apaguen la luz y se corra el telón, tengan consigo alguna información que les enriquezca .
Por cierto, el Café Bagdad donde se filmó la película aún existe, es un lugar muy frecuentado ubicado sobre la mítica Ruta 66 en California. Por supuesto que algún camionero todavía encuentra cada tanto lugar en sus mesas ocupadas por turistas repletos de máquinas fotográficas de todo tipo y tamaño. Porque así nos guste o no, es este mundo . Donde el deber ser es estar donde se debe. Y también por supuesto contarlo.
Eso en definitiva es desde lo audiovisual y desde la historia contada, la película Café Bagdad. Y eso sencillamente es, lo que acabo hace pocas horas de nuevamente ver y sentir. Y eso también, digámoslo, es lo que me lleva al atrevimiento de recomendar verla. No es mi profesión esa que llaman criticar cine. Soy sencillamente un espectador con algún componente compulsivo no del todo confesado que concurro casi que a diario a las salas de cine , esas , las que aún sobreviven al dvd , predispuesto a "leer" , a dejarme seducir por toda buena historia, a creerla, a encantarme con la actuación y hechizarme con el mensaje y todo eso, en la oscuridad rumorosa de una sala en donde se siluetean otras figuras humanas cautivas en armonía.
También ésta mi asiduidad, ha generado una capacidad de respuesta inmediata, cruel y sin culpa, muy poco generosa en la disculpa y menos al perdón, para toda obra que pretenda burlar la buena fé de quienes acudimos a verla, que pretenda desde la vulgaridad y la mediocridad, minimizar nuestros normales sentidos de real saber y entender, de manipular cuando no sencillamente engañar, y ésta severidad se mantiene aún cuando estas conductas, viajen, como frecuentemente lo hacen, solapadas en el prestigio y marqueting del star system que tan bien y facilmente a caballo de presupuestos multimillonarios fabrican ciertos centros de poder, Hollywood por mero ejemplo, pero seamos justos, no el único. Y también seamos justos no siempre, ni necesariamente.
Me voy a permitir si, para aquellos que no la hallan visto, aconsejarles que entren a la sala, dejen el mundo cotidiano en la percha del vestíbulo y se dejen llevar en el regocijo , en la belleza simple de relaciones humanas simples , que allí en ese escenario de la vida , que desde Shakeaspeare para aquí y para allá, y/o antes , sabemos es nuestro diario vivir, los inunde con su mensaje de esperanza , en la felicidad simple y cotidiana de la gente simple , viviendo su cotidianeidad. y sus circunstancias . Con sus dolores y sus alegrías. Pero en toda la salud que uno aspira que desde el propio transcurrir de la propia nos rodee.
Es una historia buena, simple, bien contada , evitando con éxito caer en la tentación de golpes bajos y triquiñuelas infantilizadoras , llamados a catarsis y a torrentes de lágrimas. Espero , luego de verla, estén en algo de acuerdo conmigo. O no. Que en ambas opciones me gustaría enterarme y enriquecerme desde los comentarios.
Van algunas apostillas, videos, fotografías y alguna otra cosita para que cuando apaguen la luz y se corra el telón, tengan consigo alguna información que les enriquezca .
Por cierto, el Café Bagdad donde se filmó la película aún existe, es un lugar muy frecuentado ubicado sobre la mítica Ruta 66 en California. Por supuesto que algún camionero todavía encuentra cada tanto lugar en sus mesas ocupadas por turistas repletos de máquinas fotográficas de todo tipo y tamaño. Porque así nos guste o no, es este mundo . Donde el deber ser es estar donde se debe. Y también por supuesto contarlo.
Café Bagdad en la actualidad |
Bagdad Café
TÍTULO ORIGINAL Bagdad Cafe (Out of Rosenheim)
AÑO
1987
DURACIÓN
91 min.
PAÍS
[Alemania del Oeste (RFA)]
DIRECTOR Percy Adlon
GUIÓN Percy Adlon, Eleonore Adlon, Christopher Doherty
MÚSICA Bob Telson
FOTOGRAFÍA Bernd Heinl
REPARTO Marianne Sägebrecht, Jack Palance, Christine Kauffman, C.C.H. Pounder, Monica Calhoun
PRODUCTORA Coproducción Alemania del Oeste-EEUU; Columbia Pictures
PREMIOS 1988: Nominada al Oscar: Mejor canción original
1988: Cesar: mejor película extranjera
GÉNERO Comedia. Drama
SINOPSIS
En medio del desierto de Mohave -en Estados Unidos-, una mujer alemana, Jasmine, y su marido tienen una fuerte discusión. Ella se baja del coche, coge la maleta y llega a un sucio bar de carretera, el Bagdad Café, regentado por una mujer negra llamada Brenda. Jasmine se instala allí y, poco a poco, entabla amistad con los clientes habituales. Entre ellos se encuentra un antiguo decorador de Hollywood, empeñado en retratar a la alemana. Mientras, ésta consigue transformar el destartalado local en un lugar muy popular, donde cada noche, se dará cita numerosa clientela. (FILMAFFINITY)
Una inolvidable película, creo que a quien llega realmente no deja de evocarla cada tanto tiempo, canto a la vida, a la amistad, a encontrar el verdadero sentido de la existencia. Hermosa como ninguna, maravillosa.. Bagdad Café no dejen de verla.
ResponderEliminarEstimado Gorkasteve: gracias por tu comentario y por acercarte a mi blog. Me alegro que hayamos visto la misma película, en el sentido de apreciar todo el canto a la vida que ella desprende. abrazo.
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