"El peligro del pasado era que los hombres fueran esclavos. Pero el peligro del futuro es que los hombres se conviertan en robots." Erich Fromm
El humanismo como utopía real
Capítulo II. Acciones y
proclamaciones humanistas, punto 4.
Erich
Fromm. 1965
1.-
Creo que la
unidad del hombre, a diferencia de otros seres vivientes, se debe a que el
hombre es la vida consciente de sí misma. El hombre es consciente de sí mismo,
de su futuro, que es la muerte ; de su pequeñez, de su impotencia. Es
consciente del otro en cuanto otro. El hombre está en la naturaleza, y sometido
a sus leyes, aunque la trascienda con el pensamiento.
2.- Creo que el hombre es consecuencia de la evolución natural : que ha
nacido del conflicto de estar preso y separado de la naturaleza y de la
necesidad de hallar unidad y armonía con ella.
3.- Creo que la naturaleza del hombre es una incoherencia, debida a las
condiciones de la existencia humana, que exige buscarle soluciones, las cuales
a su vez crean nuevas incoherencias y la necesidad de nuevas soluciones.
4.- Creo que toda solución a estas incoherencias puede cumplir realmente
la condición de ayudar al hombre a superar el sentimiento de separación y a
lograr un sentimiento de concordancia, comunidad y participación.
5.- Creo que, en toda solución a estas incoherencias, el hombre sólo tiene
la posibilidad de escoger entre avanzar o retroceder. Estas opciones, que se
manifiestan en actos precisos, son medios para rebajar o para desarrollar la
humanidad que tenemos dentro.
6.- Creo que la alternativa fundamental para el hombre es la elección
entre “vida” y “muerte”, entre creatividad y violencia destructiva, entre la
realidad y el engaño, entre la objetividad y la intolerancia, entre fraternidad
con independencia y dominio con sometimiento.
7.- Creo que podemos atribuir a la “vida” el significado de continuo
nacimiento y constante desarrollo.
8.- Creo que podemos atribuir a la “muerte” el significado de suspensión
del desarrollo y continua repetición.
9.- Creo que, con la solución regresiva, el hombre trata de encontrar la
unidad librándose del insoportable miedo a la soledad y a la incertidumbre,
desfigurando lo que lo hace humano y lo atormenta. La orientación regresiva se
desarrolla en tres manifestaciones, juntas o separadas : La necrofilia, el
narcisismo y la simbiosis incestuosa.
Por necrofilia entiendo el gusto por todo lo que es violencia
y destrucción : el deseo de matar, la adoración de la fuerza, la atracción por
la muerte, el suicidio y el sadismo y el deseo de transformar lo orgánico en
inorgánico sometiéndolo al “orden”. El necrófilo, por carecer de las cualidades
necesarias para crear, en su impotencia encuentra más fácil destruir, porque
para él sólo una cualidad tienen valor : la fuerza.
Por narcisismo entiendo la falta de un interés autentico por
el mundo exterior y un intenso apego a uno mismo, al grupo, clan, religión,
nación, raza, etc., con graves distorsiones del juicio racional. En general, la
necesidad de satisfacción narcisista deriva de la necesidad de compensar una
pobreza material y cultural.
Por simbiosis incestuosa entiendo la tendencia a seguir ligado
a la madre y a sus equivalentes : la estirpe, la familia o la tribu ; a
descargarse el insoportable peso de la responsabilidad, la libertad y la
conciencia, para ser protegido y amado en un estado de seguridad con
dependencia, que paga el individuo con el cese de su propio desarrollo humano.
10.- Creo que , escogiendo avanzar, el hombre puede encontrar una nueva
unidad mediante el pleno desarrollo de todas sus energías humanas, que se
muestran en tres orientaciones, juntas o separadas : la biofilia, el amor a
la humanidad y a la naturaleza y la independencia y libertad.
11.- Creo que el amor es la llave principal para abrir las puertas
al “crecimiento” del hombre. El amor y la unión a alguien o algo fuera de uno
mismo permite trabar relaciones con otros, sentirse uno con otros, sin reducir
el sentido de integridad e independencia. El amor es una orientación positiva,
para la cual es esencial que se hallen presentes al mismo tiempo la solicitud,
la responsabilidad, el respeto y el conocimiento del objeto de unión.
12.- Creo que la experiencia del amor es el acto más humano y humanizador
que es dado gozar al hombre y, como la razón, carece de sentido si se entiende
de manera parcial.
13.- Creo en la necesidad de “liberación” de los lazos, externos o internos,
como condición para poder tener la “libertad” de crear, obrar, querer saber,
etc., para poder llegar a ser un individuo libre, activo y responsable.
14.- Creo que libertad es la capacidad de obedecer la voz de la
razón y del conocimiento, en contra de las voces de las pasiones irracionales.
Es la emancipación que libera al hombre y lo pone en el camino de emplear sus
facultades racionales y de comprender objetivamente el mundo y el papel que en
éste representa.
15.- Creo que la “lucha por la libertad” tiene, en general, el sentido
excluido de lucha contra la autoridad impuesta sobre la voluntad individual.
Hoy “lucha por la libertad” debe significar liberarnos, individual y
colectivamente, de la “autoridad” a la que nos hemos sometido “voluntariamente”
: liberarnos de las fuerzas interiores que exigen este sometimiento porque
somos incapaces de soportar la libertad.
16.- Creo que la “libertad de elección” no siempre es igual para todos los
hombres en todo momento. El hombre de orientación exclusivamente necrofílica,
narcisista o simbiótico incestuosa, puede tomar sólo una opción regresiva. El
hombre libre, liberado de lazos irracionales, no puede tomar ya una opción
regresiva.
17.- Creo que el problema de la libertad de elección existe sólo para el
hombre de orientaciones contrapuestas, y que esta elección siempre está
estrechamente condicionada por deseos inconscientes y por justificaciones
tranquilizadoras.
18.- Creo que nadie puede “salvar” a su prójimo decidiendo por él.
Únicamente podrá ayudarlo señalándole alternativas posibles, con toda
sinceridad y amor, sin sensiblería ni engaño alguno. La conciencia intelectiva
de las alternativas liberadoras puede reavivar en un individuo sus energías
ocultas y ponerlo en el camino en el que escoja la “vida”, en lugar de la
“muerte”.
19.- Creo que la igualdad se siente cuando, al descubrirse uno
mismo por completo, se reconoce igual a otros y se identifica con ellos. Todo
individuo lleva la humanidad en su interior. La “condición humana” es única e
igual en todos los hombres, a pesar de las inevitables diferencias de
inteligencia, talento, estatura, color, etc.
20.- Creo que la igualdad entre los hombres se debe recordar especialmente
para evitar que uno se convierta en instrumento de otro.
21.- Creo que la fraternidad es el amor dirigido a nuestros
semejantes. No obstante, se quedará en palabra hueca mientras no se hayan
eliminado todos los lazos “incestuosos” que impiden juzgar objetivamente al
“hermano”.
22.- Creo que el individuo no puede entablar estrecha relación con su
humanidad en tanto no se disponga a trascender su sociedad y a reconocer de qué
modo ésta fomenta o estorba sus potenciales humanas. Si le resultan “naturales”
las prohibiciones, las restricciones y la adulteración de los valores, es señal
de que no tiene un conocimiento verdadero de la naturaleza humana.
23.- Creo que la sociedad ha chocado siempre con la humanidad, aun teniendo
una función a la vez estimulante e inhibitoria. La sociedad no dejará de
paralizar al hombre y promover la dominación hasta que su fin se identifique
con el de la humanidad.
24.- Creo que podemos y debemos esperar una sociedad cuerda que fomente la
capacidad del hombre de amar a sus semejantes, de trabajar y crear, de
desarrollar su razón y un sentido real de sí mismo basado en la experiencia de
su energía positiva.
25.- Creo que podemos y debemos esperar la recuperación colectiva de una
salud mental caracterizada por la capacidad de amar y crear, por la liberación
de los lazos incestuosos con el clan y la tierra, por un sentido de identidad
basado en la experiencia que tienen de sí mismo el individuo como sujeto y
agente de sus facultades y por la capacidad de influir en la realidad exterior
e interior a uno mismo, logrando el desarrollo de la objetividad y de la razón.
26.- Creo que, mientras parece que este mundo nuestro enloquece y se
deshumaniza, cada vez más individuos sentirán la necesidad de asociarse y
colaborar con quienes compartan sus preocupaciones.
27.- Creo que estos hombres de buena voluntad, no sólo deben hacerse una
interpretación humana del mundo, sino que también deben señalar el camino y
trabajar por su posible transformación : la
interpretación sin voluntad de reforma es inútil ; la reforma sin previa
interpretación es ciega.
28.- Creo posible la realización de un mundo en que el hombre pueda “ser” mucho aunque “tenga” poco ; un mundo en que el móvil dominante de la existencia
no sea el consumo ; un mundo en que el “hombre” sea el fin primero y último ;
un mundo en que el hombre pueda encontrar la manera de dar un fin a su vida y
la fortaleza de vivir libre y desengañado.
Entrevista a Erich Fromm
Julio a esta altura de mi vida no puedo menos que reconocer que además de generarme una enorme simpatía Fromm me resulta conmovedoramente ingenuo
ResponderEliminarMi querida amiga: mantenga ambas sin renuncias. La capacidad de conmoverse y la ingenuidad. O sea nada menos que mantenerse libre. Usted seguro que lo es. saludos. julio
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