martes, 25 de enero de 2011

Por los tiempos del correo de voz o que tiene que ver el teléfono rural con el café con leche

 El personaje


 Pepe


Hace ya unos cuantos  años, conocí y trabé relación  con Pepe, que  primero fue profesional , para devenir  en  sólida amistad luego , ciudadano ilustre por derecho propio  de Cardoso Grande, pequeña y sufrida comunidad ubicada  -  lo  que de ella resta- en las orillas del embalse o lago artificial de la Represa de Rincón del Bonete, en circunstancias que me asentara por un tiempo allí  a realizar   trabajos propios a una  investigación etnográfica que llevaba adelante.

En aquel entonces, su conocimiento del escenario y su gente, de  su memoria de acontecimientos, personajes e historias del lugar  ,  junto a su  natural disposición a ser útil y brindarse  desinteresadamente, fueron muy importantes , y con su aporte, a que la misma fuere  fecunda  en sus objetivos y gratificante en lo profesional .

Con el tiempo y pese a la distancia - vivo en Montevideo - pasó  a  ser  alguien muy cercano  a mi , social y emocionalmente. Nos llamamos cada tanto, el tiene sus 80s bien llevados, o sea que es algo más grande que yo. Es paisano absoluto, o sea hombre del campo, en todo lo que aún como forma  de vivir  se entiende en el Uruguay rural, por nacimiento , que es como decir que vive aún en la  cultura  que lo esperaba al nacer.   Diría  que  ahora, ya en  tiempos de  plena globalización, también por decisión personal.

Vivió la mayor parte de su vida, en Cardoso Grande, donde nacieron él , sus hermanos y hermana. Ésta, es la única que aún  vive también en el poblado, orgulloso pueblo agonizante con sus 60 aproximados habitantes estables y cientos de casas derruidas y abandonadas, muchas aún cerradas a cal y canto, detenidas en el tiempo en que sus moradores, tomaron el camino obligado y se fueron  empujados  por  la orilla cada vez más próxima  de aguas que venían  y traían consigo  la planificada inundación  del pueblo y su muerte como tal,  allá por los años 40s del siglo pasado haciéndole  camino al promocionado progreso que traería el primer proyecto en Uruguay de una   Represa  con destino a generación hidroeléctrica   a construirse aguas abajo,  en el Rincón del Bonete del Río Negro, del cual el Arroyo Cardoso que prestó su nombre al pueblo  era uno de sus afluentes,   tomado a su vez del apellido de la familia de grandes terratenientes propietarios de esos campos a fines del s XVIII  .

Ya  he hablado de esto y se puede leer , de interesar,  en mi blog: Antropología de lo Cotidiano . Cardoso Grande el pueblo que se quedó sin luz. Se los recomiendo, no por  el valor de mi autoría, sino por la historia que cuenta,  que tan fácilmente se acomoda a estos tiempos en donde  futuro , progreso y tecnología, se expresan con demasiada libertad en términos de  sinónimos.

Desde complicadas  cirugías de cadera que lo tuvieron a mal traer,  con traslado e internación aquí en Montevideo, cosa que daría lugar a un relato infinito de anécdotas cual de ellas más desopilantes e hilarantes, y en las cuales el choque frontal entre la racionalidad paisana de Pepe y el tecno discurso de montevideanos de bata blanca, no tendrían desperdicio, pero como es poco dado a escribir, no creo que salten de la oralidad a la escritura y  permanecerán  posiblemente inéditas y en el anécdotario de unos pocos , pero no tengan duda que algunas de ellas deben recorrer aún los pasillos y lugares de descanso y charla del personal de salud que tuvo el privilegio de conocerlo y estoy seguro que al final, luego de entenderlo o sea aceptar en su otredad, quererlo.

Tambien construyen y hacen a mi relación con él ,   imperdibles  conversaciones acerca de a  quién y  que votar en las  elecciones nacionales. Todo un ensayo  de ciencia política desde la racionalidad simple y contundente  de  su cosmovisión  que estima  y respeta a la naturaleza como el motor de todas las cosas.

O sus amoríos, siempre empezando y terminando en su firme resolución de jamás ser "pueblero". Lo cual por supuesto condiciona y y quitaba mucho  atractivo a la  oferta conyugal . O los tratados de salud animal, especialmente ovina, ya que es la especie que cría ,  considerando a sus ovejas  y en los hechos así las  gestiona  ,  algo así  como su personal cuenta bancaria de ahorro, sabido  que su jubilación como peón rural no es precisamente de las más jugosas.


O toda su  inteligencia  que rápida como un rayo, surgía envuelta en ironías, toda vez que  se confundía  su bondad y bonhomía, con debilidad o simpleza intelectual.

Que no fue demasiado extensa su estadía en los bancos de la educación formal ,  es muy posible,  pero  doy fe, que pocas veces he visto tanta capacidad de reducir lo complejo a lo simple, ni laudar  rebuscados razonamientos,  con breves y certeras sentencias, que terminaban de una vez y para siempre con toda  sesuda discusión de la cual a cualquier título fuera partícipe o protagonista.

En fin , hombre de pocas y sabias palabras. De rápida sonrisa franca y sorprendentemente amable , leal amigo y desprendido anfitrión para cuanta gente que  por una u otra razón se caían por su casa.

La novedad

Sucede que hace unos días me llamó por teléfono. Pensé que lo hacía desde lo que en Cardoso Grande llaman “la cabina” que es (era) el único teléfono del pueblo, operado por la propia Empresa de Telèfonos de Uruguay – Antel- y mantenido como servicio público dentro de horarios diurnios  y en cualquier horario en caso de emergencias , que funciona en el único comercio de ramos generales del pueblo  - leáse algunos  comestibles de primera necesidad, algún día de la semana carne de oveja  faenada allí mismo  y eso si, en verano, cerveza fría ,  gracias a una heladera acondicionada para funcionar a queroseno,  ya que  de electricidad  en el pueblo , ni hablamos.

El  asunto  es que me equivoqué. Me llamaba de su recién instalado  servicio de telefonía rural, un tipo de aparato adaptado a las zonas rurales y que obtiene energía de un cargador solar, o como técnicamente se llame, también reciente adquisición, que tambien  le permite encender 2 lamparillas pequeñas, un televisor por algunas horas y  el teléfono. Estaba radiante. Hacía tiempo que no lo sentía tan entusiasmado. Charlamos un rato y quedé meditando  luego de la conversación   al respecto de  la causalidad de  las fuerzas que actúan  sobre   un personaje como Pepe  concediera  sorpresivamente  tanta consideración  dentro de su  modelo de bienestar  a la eventual  disponibilidad  de la nueva  tecnología y sus prestaciones. Por supuesto que también me llevó a meditar sobre mi propio modelo de bienestar y sus herramientas.

El problema

Día siguiente. Para mi de madrugada, para Pepe, terminando recién de ordeñar  su vaca lechera, llamando nuevamente. Ya presentí por el color de sus    “guenos días” que no eran éstos tan buenos. La cosa otra vez me sorprendió. Muy aflijido, y espero hacerme entendible, cuando en alguien como Pepe, califico  a su conducta como afligida. No tenía - me dice -  su  flamante teléfono casilla de voz o sea ese dispositivo programado para registrar y guardar mensajes en ausencia. Conversamos largo, me explicó sentenciosamente porque necesitaba el correo de voz ,  que todos los días entre otras cosas  de sus ocupaciones cotidianas,  arreaba su  vaca hasta la costa del lago para que abrevara,  que esto lo hacía por la mañana y por la tarde, y  que  tal tarea era  necesidad de su vaca lechera,   todos los días,  e insistía  que era muy importante a él,  que en ese interín si alguien lo llamaba quedara el mensaje,  que había llamado a la empresa , que las "muchachas"  lo atendían, pero   no lo entendían  y no había logrado por lo tanto resolver el problema.

Ahí es cuando  empieza una épica batalla entre el problema del cual   eran parte importante el Pepe con su poca  paciencia  para asuntos tecnológicos y  mi escasa capacidad de mediar a la distancia en asuntos que las máquinas programadas  imperturbables, dictan códigos y exigen    información .

Los  funcionarios/as de los espacios abiertos a consulta y "atención al usuario"  desde  sus  amables    auriculares,   escenario donde - debe ser,  imagino -  simple y fácil  consecuencia, caer cautivo de la irrealidad construida  desde   horas  de voces sin rostro y  miles de  relatos de problemas sin  imágen.  Obtuve no obstante de principio : civilizada y educada atención,  firme y eficiente  apego a las reglas y  -es de mínima lealtad decirlo-  una muy profesional manera de decir sin hacer doler demasiado que , ya está,  que los minutos de fama que tenía como usuario, habían expirado.

Redactar las    instrucciones, ,   necesarias a  lograr asistencia, en mi nuevo  papel de "lenguaraz" entre ambas culturas en contacto , no  fue tarea sencilla . Mi amigo  esperaba tranquilo mis buenos oficios de mediador.

Pepe, a todos los efectos , titular indiscutido, orgulloso titular diríamos,   constituye el  único interlocutor válido para  la Empresa  – no hubieron argumentaciones  de mi parte, ni piadosas medias verdades en cuanto a la discapacidad de Pepe – dios y él  me perdonen que valieran  para hacer variar tal situación y  otorgarme algo más de arte y parte en el asunto.    Inflexibles, lo cual no deja de ser correcto,  las señoritas me indicaban que solamente el titular del servicio, podía realizar el trámite.

No se cuantas veces ni con cuantas personas hablé. Fueron muchas. Tampoco llevé registro de cuantas veces hablamos con Pepe ,cada vez más alicaido y triste,  me daba el veredicto luego de cada ensayo y error  - Sigo sin correo de voz -  En algún momento de mi  creciente desconsuelo, intenté timidamente argumentar cuan poca utilidad le atribuía  personalmente  a tal función operativa en mi  teléfono. Pepe intransigente entendía que para no tener correo de voz , tampoco era  buena cosa  tener teléfono. De todo un poco pasó. Hasta sobresaltado pasé alguna  noche, preocupado  en la salud emocional del Pepe, sin su correo de voz.

La solución

Temprano en la mañana del viernes 21 de enero del 2011, llamo nuevamente a la compañía, pido otra vez con reclamos, otra voz y otro color  distinto me atienden y bueno, ya al borde del desaliento  planteo una vez más,  a esta nueva  voz el problema. Voy a decir su nombre porque en tiempos de santificar, este buen hombre y mejor funcionario tiene mi voto, el señor Gerardo Cuello  de la Sección Reclamos de Antel . Me escuchó, me dijo que en fin, olvidemos lo pasado y arreglemos el problema de don Pepe. Lo voy a llamar ahora y le solucionaré el problema de inmediato.


Casi me atraganto en la obligación de advertirle :  Por favor don Cuello, si puede llame dentro de un par de horas. Pepe, con quién recién hablé, ya tenía caballo ensillado para llevar su vaca lechera al lago a tomar agua, porqué según dice “ si la descuido no me da la leche de mi café con leche”.


El técnico cumplió. A mediodía, le dejé un mensaje a Pepe en su correo de voz. Me contestó al rato muy feliz. “ Ya está . Ahora si don Julio ,voy a llevar tranquilo  mi vaca a tomar agua ”


Nos prometimos vernos   a la brevedad.  En su casa de Cardoso Grande. Veré entonces de  tomarle  fotos con su nuevo teléfono y escucharemos  juntos los  correos de voz en tanto tomamos  café con leche.  



Instrucciones redactadas para Pepe

 El pueblo y sus ruinas

Lo que en un tiempo fuera una suntuosa mansión


La comisaría


Almacen de Ramos Generales del viejo Cardoso Grande. Allí se vendía desde azúcar a tractores. Está cerrada con todos sus muebles y estanterías venidas de Europa




El viejo pueblo en  aguas










Ruinas varias



Casa del Jefe de Estación de Trenes



La vieja estacion de trenes, destruida en la inundación y con el tren  toda la energía del orgulloso pueblo




El pueblo que fue

Fotos del ayer


El pueblo que  está

Pepe y mi ayudante en la entrada del almacén


Avenida principal bordeada de paraisos centenarios orgullo del Cardoso que fue.




El Pepe en su salsa


Prontos para salir en trabajo de campo


A galopar, a galopar
Pepe y uno de sus amigos,casi ya orgulloso centenario, el poblador más antiguo del pueblo, 
Noemia, mi ayudante de campo y Pepe en el patio de su casa


El pueblo donde está
Vista aérea del pueblo después de inundado. Fuerza Aérea. 1950


Ubicación en el mapa de Uruguay


El Pepe, un  amigo


Con Pepe, cuando nos encontramos no hace tanto  en Cardoso,  a festejar los 103 años de la escuela Rural del pueblo



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