lunes, 1 de agosto de 2011

HAMBRE . El problema más importante del siglo




Guiño de pared - Montevideo.Uruguay. foto de autor.

Por su interés, por lo que sorprenden este tipo de absurdos, por lo que angustian, me parece bueno compartir este documento y su contenido. 



MONTEVIDEO, 30 Jul (UYPRESS) - En la Newsletter del mes de julio de 2011 del Centro Latinoamericano de Desarrollo, su presidente Mario Marenco Sosa Ph.D, subrayó la necesidad de un resurgimiento moral para salvar al ser humano en este Siglo.
El Secretario General de la ONU, Ban Ki-Moon ha pedido a la comunidad internacional que detenga "el efecto cada vez más devastador" que la hambruna tiene en Somalia y que puede afectar a todo el Cuerno de África por lo que solicitó urgentemente fondos para evitar la muerte de miles de personas. Sin duda, su llamado es un clamor en el desafío de ser responsables para satisfacer las necesidades de quienes hoy padecen las necesidades básicas más imprescindibles para poder vivir.

En este sentido, el Presidente del Centro Latinoamericano De Desarrollo (Uruguay) dijo que: “frente al mapa del hambre a nivel mundial en el que se incluyen también algunos países latinoamericanos, un nuevo proyecto ético moral deberá encontrar una respuesta válida para salvar a la civilización de esta barbarie en el que para algunos el infierno existe”.

Tiempos callejeros. Montevideo. Uruguay. foto de autor


Es evidente que a lo largo de estos últimos años, nunca se ha hablado tanto de los derechos humanos ni afirmado más, acerca de movimientos en la lucha contra el terrorismo y la discriminación. Lamentablemente, pese a los innumerables progresos de la ciencia y la tecnología para una mejor calidad de vida, la humanidad ha vivido en el contexto de una cultura bélica, donde en otras palabras, las guerras y los conflictos armados tanto en África, Medio Oriente en Asia Central como en cualquier otra parte del globo, han traído consigo daños casi irreversibles que a mi juicio no tienen precedentes en la historia.

Sin duda, no por eso debemos subestimar los esfuerzos que ha desplegado la comunidad internacional para resolver estos innumerables problemas, pero otra realidad se apodera de nosotros, porque vivimos hoy en día en un mundo forzosamente inestable que se presta para poner en duda la capacidad para actuar sabiamente y responsablemente frente a estos dramas visibles por los que atraviesan tantos países.

No se puede aceptar lo inaceptable. Creo que cualesquiera que sean las dificultades, la urgente capacidad de respuesta que tengamos, constituirá por lo alto una amenaza muy seria para los fundamentos morales y democráticos de nuestra civilización, porque todos somos responsables en esa búsqueda constante por la dignidad y los derechos del hombre, si hablamos de derechos humanos, en el que hay que tener en cuenta que la pobreza y la exclusión social es la que crece más de prisa en el mundo entero.

Una ausencia de voluntad concertada para eliminarla no figura entre las prioridades de la mayoría de los países, ya sean industrializados o en desarrollo, aunque no han faltado promesas, pero ¿cuántas se han cumplido?

Alguien ha dicho que quienes tienen el control sobre los alimentos tienen el poder, ya que las hambrunas son el arma más eficaz y temible que tienen los gobiernos para conseguir sus propósitos, por lo que el hambre es una fatalidad esencialmente política utilizada como arma de guerra.

No podemos cerrar los ojos ante esta catástrofe humanitaria donde el hambre, los enfrentamientos civiles y las fuerzas de la
naturaleza hacen pesar sobre el mundo contemporáneo, daños estos quizás, ya irreversibles para la vida y el medio ambiente.
Pues la guerra como los desastres ambientales son factores que favorecen el desarrollo de las situaciones de hambre y
limita las posibilidades de remediarla.

Según las exposiciones de los expertos, resulta claro que la palabra hambre, tomada en su definición estricta de mortalidad epidémica debida a la falta de alimentación, incluye sólo uno de los aspectos de la fenomenología, la más espectacular: la catástrofe. Si la acción humanitaria se rige por esta definición, llega demasiado tarde para ser eficaz. De ahí, la idea de una real toma de conciencia en la que viven estos países y la rapidez en la que podamos mitigar la misma.

Daria la impresión que los compromisos en la búsqueda de la paz, aun parecen estar lejanos a aquella frase de “Puesto que las guerras nacen en la mente de los hombres, es en la mente de los hombres donde deben erigirse los baluartes de la paz, y agrego, la dignificación del hombre para construir estructuras sociales e identidad cultural que hagan posible la suma del bienestar colectivo de la humanidad.

Frente a estas apreciaciones, resulta paradójico observar en medio de una era de austeridad y recesión económica declarada por la mayoría de los gobiernos, la partida defensiva en China contaré este año con un 12,7% más de su presupuesto militar para acometer la modernización de equipos y tropas, pasando a 65.570 millones de euros, mientras el Gobierno de Barak Obama anuncio que el gasto militar para este año sería de 750 mil millones de dólares, 31.000 millones mas que en el 2010, y esto si se traduce que la Cumbre del G20 prometió reducir el déficit fiscal a la mitad en el 2013. Algunas naciones como el Reino Unido y Francia, Miembros del Consejo Permanente de Seguridad de la ONU, el gasto militar se vincula con su presencia diplomática internacional.

Ambas naciones son potencias nucleares. En Reino Unido, el presupuesto militar supera los 55.000 millones de dólare y el gobierno tiene que decidir este año si renueva el Trident, su sistema de armas nucleares, a un costo estimado de más de 50.000 millones de dólares.

Solo EE.UU, sin poder frenar aun la guerra que mantiene en Libia, en los primeros días han gastado más de 600 millones de dólares contra objetivos del país norteafricano y la Unión Europea 700 mil euros diarios en misiles, medio de quiebras y desplomes financieros, victimas también de actos terroristas y diversos desastres naturales que demandan millones en su recuperación.

En cuanto a América Latina que tiene la distribución del ingreso más desigual del mundo, sus gastos de defensa han trepado a los 19.700 millones de euros para compra de aviones de combate, submarinos y otros equipos, en medio de discusiones una y otra vez sobre la cooperación entre naciones pero de lo que no se habla sobre las armas, solo se compran.

El gasto militar aumentó de forma semejante, aunque no forma parte de los paquetes de estímulo económico. Brasil, nuestra potencia más cercana, incrementó su gasto militar un 16%, es el país que encabeza el gasto militar en América Latina en el 2010 con 27 mil 124 millones de dólares, seguidos de Colombia, con unos 10.000 millones de dólares (11% más) y Chile, con unos 5.683 millones de dólares, pese a una baja del 5%, motivada por la caída de los precios del cobre. México destinó cinco mil 490 millones de dólares, 11% más que el año anterior, debido a la respuesta militar a la violencia relacionada con el tráfico de drogas.

Venezuela hoy ocupa el quinto lugar con tres mil 254 millones, una cuarta parte menos del dinero destinado a gasto militar en el 2009.

El hambre de muchos perpetúa el poder de unos pocos en América Latina, y ahí tenemos Haití, Guatemala, Colombia y México, países que no han podido salir de sus crisis existenciales de terrorismo y del comercio de las drogas siguen sufriendo las graves consecuencias de los más desfavorecidos que se encuentran aprisionados a un círculo vicioso de indigencia y de persistencia de la pobreza. Pensemos en particular, en la exclusión cuya contribución a la vida económica y social, a menudo se ignora en proyectos
llamados de desarrollo. Hoy en día muchos se preguntan si los gobiernos son capaces de impulsar políticas de desarrollo en favor de los más desfavorecidos haciéndoles participar en la adopción de sus decisiones.

En el caso de Somalia, tras casi dos décadas de guerra entre clanes, nos cuesta pensar como aun puede sobrevivir desde las particiones del periodo colonial azotado por feroces luchas tribales que no le dan respiro donde decenas de miles malviven en asentamientos improvisados en el desierto a la espera de una solución que aún no ha llegado.

Por la complejidad del caso, la Organización de Naciones Unidas (ONU) delegó a la Unión Africana la intervención en el conflicto, y sólo se mostró preocupada por el impacto potencial que puede tener la situación en la región, sin encontrar soluciones a este largo conflicto. El enviado especial de la ONU para Somalia, Augustine Mahiga, aconsejó ante el Consejo de Seguridad que se refuerce la misión de paz de la Unión Africana (AMISOM) con 12 mil nuevos efectivos para que se sumen a los 6.000 soldados ugandeses y burundeses que ya se encuentran en el territorio.

Mahiga reclamó además, más ayuda a la comunidad internacional y que se le preste tanta atención al conflicto somalí como el que tienen Irak y Afganistán. El planteo lo hizo en septiembre último durante la XVIII reunión del Grupo Internacional de Contacto para Somalia (GIC), creado por Estados Unidos y Noruega en Nueva York en 2006 con el objetivo de ayudar a la paz y la reconciliación en el país africano.

La asistencia que Somalia recibe de los socios internacionales es importante en todas las áreas, pero al día de hoy, no solo no se ha resuelto el problema en veinte años sino que en l país desde finales de abril de este año, se registraron un total de 1,46 millones de somalíes desplazados internos y más de 732.000 refugiados según datos de la ONU para los refugiados.

El Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Refugiados (Acnur) advirtió que en el último mes recrudeció la violencia en Mogadiscio, donde al menos 200.000 personas huyeron de Mogadiscio en lo que va del año debido al deterioro de las condiciones de seguridad. Los somalíes que logran llegar al norte del país o a las naciones vecinas lo hacen a pie y descalzos, sin protección ni cobijo, en un recorrido que es cada vez más peligroso ya que los caminos están poblados de milicias e insurgentes.

Amnistía Internacional ha documentado violaciones a los derechos humanos. Entre los que logran salir de Somalia se dirigen principalmente a Yemen, cruzando el Golfo de Aden en embarcaciones precarias, o a Kenia donde se alojan campamentos de refugiados. Muchos de ellos, víctimas de agresiones, extorsiones y acosos a manos de militantes de grupos armados. La ONU calcula que el número de refugiados asciende a 614.000, una cifra solamente superada por afganos e iraquíes. Al llegar, un 40% de niños nunca han sido vacunados a lo que se suma su situación nutricional y el hacinamiento en los campos, ya un riesgo de vida. Las cifras al día de hoy siguen creciendo y esto se ha transformado en una emergencia humanitaria. Si bien la Comisión Europea anuncio que ya entregó 142 millones de euros para apoyar a la misión de AMISOM, la ONU reclama mayor apoyo internacional, que no sólo se traduzca en dólares y euros sino en voluntad política y compromiso.

El fortalecimiento de la cooperación regional será vital para evitar el ingreso a Somalia de combatientes extranjeros y de armamento destinado a las milicias islámicas a través del puerto de Kismayo. Sin embargo, no está para nada claro que los países vecinos tengan la voluntad política de aportar más efectivos a la misión.

Mogadiscio está hoy protegida por misiones de cascos azules africanos, aun así, los persistentes ataques de las milicias intentan avanzar en su control por lo cual es necesario incrementar su presencia.

El próximo 28 de Julio con motivo de la celebración del 60 Aniversario de la Convención de la ONU, sobre el Estatuto de los Refugiados, la Comunidad Internacional no solo deberá tomar conciencia de esta situación sino que tendrá que dar un paso más eficaz para la protección de los refugiados somalíes, ya que se intenta devolverlos a las regionales meridionales y centrales de Somalia, existiendo un riesgo sin precedentes para la vida de estas personas que sufren hoy las consecuencias del hambre, la guerra y la desintegración de estas poblaciones. Somalia vive sin Gobierno desde l991, cuando fue derrocado el dictador Mohamed Siad Barre, pasando a controlar el territorio señores de la guerra tribales, y milicias islámicas.

Finalmente, creemos que un llamado a la Comunidad Internacional será necesario para lograr un resurgimiento moral para salvar a la humanidad de la extensión de la hambruna que debe ser reconocida y combatida en todos los planos tanto en África como en los distintos países del mundo.

¿Hasta cuándo el mundo deberá ser actor pasivo frente a tantas víctimas inocentes si no desactivamos el hambre y la violencia por medios políticos y diplomático dado que, es el problema más acuciante para lograr la paz y la estabilidad de los pueblos? Estas sociedades y sus miembros tienen una gran responsabilidad en defensa de la libertad creando con conciencia pública en una esperanza común. De ahí que sea el progreso, la tarea más grande comprometida en nuevos cimientos capaces de forjar ese espíritu nuevo para hacer realidad el bienestar y la dignidad del hombre y de sus propios Derechos Humanos. ¿Cómo podremos salir de esta situación que decide nuestros destinos? Solo podremos salir de ella, si los Gobiernos y los Organismos Internacionales vuelven en esa confianza mutua, como imperativo moral, al sentido de Humanidad.

tomado de:

UyPress - Agencia Uruguaya de Noticias

3 comentarios:

  1. Julito querido, estos dramas humanos son tristemente plato de todos los dias. En Uruguay, India, Estados Unidos o donde sea. Somos una especie tan grande como tan desastrosa, y en peligro de extincion. Pero para eso flata mucho, un abrazo gran luchador!!!!! y a seguir denunciando, que a no todos les gusta ver esto...

    Nico

    ResponderEliminar
  2. Es tremendo e inadmisible lo que el hombre le hace al hombre. Me duele el corazón cuando veo el hambre en los inocentes niños que nacen en las peores condiciones ,como en Somalia. Es desgarrador!

    ResponderEliminar
  3. Estimada Elsa: gracias. Tanto por compartir tus sentimientos como por el aporte. Saludos y mi estima .

    ResponderEliminar

Bienvenidos. Muchas gracias
Los comentarios son enriquecedores y estimulantes.
Puedes también visitarme en mi otro blog