viernes, 24 de diciembre de 2010

Por los tiempos de Jesús , de Papá Nöel, de Adam Smith y de Karl Marx. Etcétera

 "Es que a la opulencia se puede llegar por dos caminos diferentes. Las necesidades pueden ser facilmente satisfechas o bien produciendo mucho, o bien deseando poco". Economía de la Edad de Piedra. Marshall Sahlins. Antropólogo

 «El regalo tiene la jerarquía de quien lo otorga». Ovidio                




"Año tras año se repite el mismo ritual: llega Navidad y con ella los cánticos al consumo y a la compra sin límites. Nos dicen que necesitamos más para ser más felices. Pero, ¿es eso cierto? En realidad, y en un contexto de crisis ecológica y climática global, de desbordamiento de los límites del planeta, de despilfarro colectivo..., deberíamos replantearnos nuestro modelo de consumo y avanzar hacia una cultura del “mejor con menos”, combatiendo un consumismo excesivo, antiecológico, superfluo e injusto, promovido por el mismo sistema capitalista".   Esther Vivas .militante ecologista. Tomado de Adital. 




Nada  hace suponer que sea  solución.  Compremos y veamos.


Reflexiones personales y disquisiciones varias ,  discurridas  pensando lo peculiar de  la    forma de adquirir bienes  y servicios en  estas fechas llamadas no tengo muy en claro en razón de cuales argumentos : fiestas tradicionales. Por lo menos aquí en Uruguay donde Papá Nöel o Santa Claus,   más que nativos, parecen invasores a nuestra cultura.  Que  de otras partes del mundo no opino, aunque algo me imagino. Si alguien tiene la generosidad de hacerme llegar un comentario que aclare mis confusiones, bien agradecido seré.


Nada parece ser  suficiente en estos días que anuncian fiestas. Bien es cierto que nadie sabe ya demasiado bien que es lo que festeja. Sabe sí que es algo que se viene. Que es un deber ser social . Que se debe ser parte.  Que es parte de ser parte.   Y en éste un tanto extraño escenario, se desata  algo así como un brutal  impulso de apropiación y de tener cosas para si y para otros. Cosas a poseer.  Cosas a destruir desde un uso innecesario,  casi que inmediatamente . Comprar. Comprar cuánto más mejor.  Eso es lo trascendente. Eso es lo que me pone nervioso. Eso es lo que me hace pensar que debo cambiar  el tipo de yerba que consumo. Yerba mate, por supuesto.



Confieso que escribo no desde el horror, sino desde el desconsuelo. También aclaro, que  no creo que constituyan  - por lo menos no las siento así  -  estas reflexiones un grito paranoico apologizador de un modelo de bienestar cabalgando en masoquismos flagelantes.

Tampoco apologizo desde mi real saber y entender ,  la pobreza ,  situación  de  límites difusos y de  variopinto color y formas según tiempo y espacio,  pero refiero aquí,  a esa ,la que conocemos todos, la de carecer  lo necesario a  subsistir y disfrutar de estar sano , abrigado y fuerte.   Con todo lo que eso significa. Simplemente que me produce mucho temor  por estos días  que anuncian que  nos traen fiestas, vivir, convivir y compartir con mis congéneres un modelo donde solo parece  acreditar valor  lo que tiene   precio en el mercado.

Marcel Mauss, francés y antropólogo, que estudió y produjo ese brillante texto  Ensayo sobre el Don, entendido como el regalar, creyó encontrar que la cosa regalada dentro de un ciclo  inmutable de dar, recibir y  devolver, llevaba tambien la cosa dada  -forma  mágica de obligar devolución, -una fuerza espiritual  el Hau,  que inmutable regresaba lo dado, en una u otra forma. Intercambio de regalos que llamamos en Occidente, que hace que cada ocasión que se celebra, obligue a regalar aquel lejano o cercano obsequio recibido. Así de simple, en regla que se cumple sopena de penas.

Sin entrar en mayores  honduras, diríamos que es obvio que ese hau,  espíritu  la cosa,  carga  simbólica , alma que se da, etc.,  si creemos de una forma u otra en él,  parece haberse perdido irremediablemente en el largo camino  recorrido por los hombres  empleados  en la construcción de la sociedad  del desencanto y el materialismo .

Que  aceptemos que hoy las cosas son mercancías, que como tal tienen un precio y que también tienen un poder simbólico de otorgar status y prestigio, según dinero cueste. Que lo diga ,  mi pobre reloj made in  hombre o mujer  asiático, mirando  de reojo tanto  relumbrón en tanta muñeca  portando tanto  oro que no relojes.

Que como sabemos y estamos mayormente de acuerdo, el mercado, ese  algo  que se empeña  en mantener su identidad   abstracta ,  concepto propio a  encontrar en el seno de  literaturas inconvenientes,  con  sus  reglas  solapadas en el aburrido misterio de  la letra  chica de nuestro contrato social,  no califica ni se caracteriza precisamente por  su  alma.

No solamente  la  que  es de uso a nosotros, cómodos en nuestras  culturas de  occidente ,  en relación sin sobresaltos ni mayores sacrificios con  la  cruz ,  observando sin aflicción  sus rituales  y ceremonias, que somos en fin, modernos y   con nuestro   acondicionador de aire  ,  el air bag personal  siempre disponible , viajamos instalados en una ideología donde Jesús, luego Cristo redentor, nos resulta de suave digestión desde su bajo contenido postmoderno de  exigencias .
No olvidemos ,  seguro estoy que no,  que nos deja beber todo el alcohol , nos permite  comer hasta el hartazgo, sin mayores tabúes otros que no antropofagizarnos ,    ¡oh !  progresismo incomparable no  nos enfrenta a   demasiados problemas al momento de   permitirnos fornicar alegremente siempre y cuando sea un asunto de lo privado y en lo privado. Con o sin citrato de sildenafil.  Ultimamente hasta hemos logrado que desde Roma, tengan en cuenta disfunciones eréctiles varias, y  nos  den permiso para liberarnos de culpas, y usar  libremente  nuestros  hermosos , coloridos  y perfumados  condones corrugados.  No olviden  y no es tampoco poca cosa, que no se usa  quemar a más nadie por estos días. Por lo menos en la hoguera . Se diría que es ésta , nuestra configuración de lo mágico religioso  una muy buena  oferta ,  apoyada en una  buena política de marketing. De ahí sus excelentes resultados y el mantenimiento de una nutrida clientela satisfecha.

Aunque bien sabemos que a la competencia,  a la media luna creciente,  los  números, no le van demasiado mal, mal o bién  que nos pese, o temamos.

No soy tampoco, por lo menos no me  distingo  así  en el espejo ,  un ingenuo predicador de  esperanzas   y compra a plazos de vidas supraterrenales  en donde abundará el vino y la miel. Y algunas otras cosas.

Mientras evito como puedo los encontronazos aviesos y arteros con tanto carro de supermercado que corren alocados con sus portadores, belicosos aurigas descompuestos y fuera de control , temerosos  de  oscuros  rumores de desabastecimiento ,   pienso y trato de poner un poco de órden en mis emociones ,  cosa que también confieso no puedo. Desarregladas también ellas   entre tanta estantería abarrotada de  tentaciones infinitas, vaya  usted a saber,  es de mi caso al menos ,   porqué llamamos góndolas,  cosa que en mis tiempos ingenuos ,  significaban  hermosas  leves barcas  ,  de proas romáticas  y popas soñadoras , transportando  viajeros  ocupados   encendiendo  enamoramientos  en romances ,  registrando con voluntad y paciencia  sus  vírginales  contratos conyugales   en  brillante  soporte kodak,   y  en hacer estallar  en envidia a cuanta  doncella vírgen quedó   allá , entre suspiros, en la ciudad ultramarina ,esperando ansiosas noticias del himeneo , mientras éste  se arregla y desarregla en  la fantasiosa  humedad de la   Venecia de los amores inmortales. Por eso de tanto pensar estas cosas he comenzado a  tomar  te rojo.



Tentado estoy de ponerme sesudo y académico y aburrir a  unos y otros , con análisis enciclopédicos acerca de que es lo que muestra , o que es lo que  esconde , esta ira por comprar.
No lo haré. Resistiré la tentación. Evitaré caer en peligrosa incontinencia  escrita,  por un par de simples razones.

La primera, que agudas y sabias  plumas y curriculums prestigiosos ya se han harto ocupado de ello. Con distintos enfoques. Desde distintas ideologías.  Con distintos propósitos. Desde distintas intenciones. Casi todos teoricamente correctos .
La otra es que realmente me parece una pérdida inútil  de tiempo. Por lo dicho y porque realmente las fuerzas que conmueven el diario cotidiano de la gente y las moviliza en éste afán voraz de consumo  de apariencia  irracional y sin duda mayormente sin sentido alguno , son parte de un todo que estimo que todos conocemos y que todos aceptamos . Estimo que en nada me habilitan  alguna  docena más o menos de libros leidos , para pontificar. Para creer que mi palabra dice. Que será por tanto escuchada. O que será respetada. No. Hablaré entonces a aquellos  mis pares en sensibilidad y  en ideas madre acerca de  la vida y sus necesidades. Y los de tal colectivo, esa extraña cooperativa de personas que aún pensamos que el hombre tiene medida. O si quieren ponerlo en términos milenarios, que el hombre sea la medida de todo, de lo que es y de lo que no es. Esos no necesitan que yo les diga, que adjetive con mi horror ante tanta gente comprando en cuotas algún espacio  en alguno de  los paraisos en oferta.

Por eso a ellos, a los que pensamos que no todo en la vida viene envuelto en fino papel de tiendas y   marcas exóticas.  Esos , de  los que a veces  leo maravillosas composiciones sin valor alguno de mercado, pero que llevan en si mismo valor y  la intención de regalar al Otro. A todos esos éste mi blog, desea regalarles de final,  este breve juego de palabras,  que un día vaya saber porqué y para quién garabateé desde mis sentimientos, en mi poderosa pc ,de no se  bién, cuántos no se que , que tan cara, gracias a dios la compré queriendo alegrarmen en unas fiestas que andaba más bien tristón y peor me fue en los meses subsiguientes pagando sus módicas cuotas, sin interés otro , que privarme de muchas cosas esenciales al real vivir.

Va mi humilde poema que espero les inspire sentimientos parecidos por lo menos a los míos, ahora en este instante que desde mi ventana veo cosas que no parecen ajustarse a los publicitarios de la tv,  en cuanto a la felicidad que se nos viene, inminente.

Felicidades a todos, sea cual sea el mes y el año en que  culturalmente y existencialmente están viviendo estos días tan occidentalmente felices  para nosotros en la América Latina del bueno de  papá noel.



                                          Panza feliz poema

                                         A veces...

                                         muchas más veces,
                                         ¡más, muchas más!
                                         de lo que imagina nadie,
                                         siento una tristeza enorme
                                         de andar, 

                                         ser capaz de  andar,
                                         por este mundo miserable.... 

                                         con la panza llena...
                                         Miserablemente... llena.

                                         j.n.viana 

                                                             Agosto 1°/ 2002 






 
 Mientras espero a un amigo fiel . Feliz Año 2010 a todos. También a todos , felices y tan buenas como innecesarias compras .



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