domingo, 27 de marzo de 2011

Feliz mundo nuclear


No es ahora,  a mi juicio,  momento indicado para  reflexionar  y en aire admonitorio y tiempo oportunista, pontificar sobre  pérdidas y ganancias  de la energía atómica utilizada con fines de  bienestar humano; que de lo otro, de su mega capacidad de destrucción, ya bastante  que lo tenemos la mayoría de los habitantes de este planeta  claro . Suficiente   ya se habló de la energía nuclear , la potencialidad de accidentes y por supuesto de la bomba.

De esta última invitada a nuestros arsenales de destrucción y muerte, sobremanera hablan,  especialmente los que no la poseen aún en sus santabárbaras.

Creo,  tal cual se expresa desde el refranero criollista de estas tierras , que de tanto aclarar , se oscurece,  y algo de eso ha sucedido, que de tanto hablar intentando aclarar, han logrado desde los espacios de opinión y poder responsables, oscurecer el tema. 

Tampoco acepta el tema  en su complejidad técnica el abordarlo desde mi calificación , lo cual sería un simple acto de soberbia,  ni menos aún abordar tema tan complejo dentro de los límites y objetivos que se trazan  para este blog. Lo que sería ya simplemente irresponsabilidad intelectual. Entre otras cosas, la idea simple es cargar estas páginas de humanidad . De cosas, asuntos, pequeños o grandes sucesos que nos acerquen a nuestra condición privilegiada de pensar y sentir. Entre otras. 

Meditando ante  tanta noticia, acerca de lo sucedido en Japón  , en donde la naturaleza sin domesticar, golpea en principio y  luego la misma  transformada por el hombre, continúa su obra, que los humanos con mucha soberbia antropocéntrica calificamos de destructiva, cuando en si mismo son tan sólo fenómenos naturales a las leyes que rigen la vida del planeta. Algo así como  simple estornudo humano  destructor inimputable  en su suceso, de   la armonía  y equilibrio de cosas y vidas en   en el sistema.
Que no somos el único género y especie sobre este planeta.

Al admirable pueblo japonés en su entereza e identidad de nación, me pareció buena la oportunidad para extraer de viejos archivos, un poema del maestro Makoto Ooka , japonés por cierto,  el cual garabateé en apuro de una de las paredes del Museo de Artes Visuales de Montevideo, hace muchos años, en ocasión de una maravillosa exposición de cometas japonesas.

El poema, hermoso mensaje  en si mismo,  se adecua también de maravillas a las circunstancias que vive ese pueblo.

La Cometa.

Como hay manos
que me atan a la Tierra,
puedo trepar por la celeste escala.

Cada vez que hago un giro,
remeciéndose mi hombro contra el viento,
sorbida soy, hundida trozo a trozo
en el seno celeste.

Como hay manos
que me atan a la tierra,
de mi cordel
la Tierra pende.

Makoto Ooka
Tomado del Museo de artes visuales
Montevideo Uruguay.l996.

Me pareció oportuno , compartir en la oportunidad preocupada,  lecturas que quizá han pasado desapercibidas en su momento, quizá también por lo  escaso de su  pretensión mediática y el aún menor interes de tratar  tema tan controvertido al contexto histórico de su época. Es decir, la guerra de mitad del s.XX , llamada  con poco acierto II Guerra Mundial

Stencil en calles de Montevideo. Uruguay

Hace mucho tiempo, cayó en mis manos un extraño y no demasiado  conocido  libro de Denis de Rougemont, titulado: El porvenir es cosa nuestra. Mi relación con el autor, venía de la lectura de su conocido Amor y Occidente. Por lo tanto en principio, el contenido de esta mi nuevo encuentro con su obra, me sorprendió .

De su capítulo 4:  Ensayo sobre el futuro, transcribo para que la reflexión no sea en solitario, este texto llamado Parábola de hadas, que según explica el pensador suizo Rougemont,  lo redactó en la emoción de la noticia del lanzamiento de la bomba atómica sobre Hiroshima y sus consecuencias . Más allá o acá de sus valores literarios, rubrico sin duda la calificación de augural que le adjudica en su momento su autor. Todo un documento abriendo avenidas de reflexión. Aunque parezcan a la luz de tanto zafarrancho, tardías, creemos que aún se está a tiempo. Los invito a leerlo.

"Al día siguiente de la Segunda Guerra Mundial y de la bomba de Hiroshima, publiqué un texto breve, que al releerlo hoy me parece inaugural, y quizá augural".

Ensayo sobre el futuro 
1948
1. Parábola de hadas

  ¡Todo esto es muy lindo!, decía el Doctor, pero la ciencia sigue siendo la ciencia, el único método honesto, riguroso, de análisis o de construcción. La única útil, la única que triunfa y que progresa. Ustedes parecen creer que después de Heinsenberg y la Bomba somos libres de pensar cualquier cosa, y que eso cambiará todo. ¡Perdón! La ciencia aporta pruebas que a las supersticiones de ustedes les costaría mucho refutar o igualar . ¡Ella cura! ¡Inventa máquinas que ya hacen mil kilómetros por hora! ¡Verifica con hechos asombrosos, del tipo de la bomba atómica, sus especulaciones más "desarrolladas"! Son  ustedes muy dueños de proponerse la evocación de las hadas de la Edad Media: nunca un hada ha hecho marchar el más pequeño motor. Las dejamos con sus infantilismos.
Bien, dije, la prueba de que la ciencia no está loca es que hoy nos permite andar mucho más rápido que hace  cien años. Esto es serio, me dice usted. Y además esto es útil. Como nadie a mi alrededor se ha atrevido a ponerlo en duda, creo prudente aceptarlo. Admito también que la evocación de las hadas no sirve para nada y no conduce a nada ...por el momento.

Pero quiera suponer ahora que en algunos lustros, los hombres dejen de encontrar divertido ir más rápido, y en consencuencia y empiecen a preguntarse para que sirve eso.
Suponga que su placer nuevo y principal sea evocar alguna cosa como las hadas, y que lo consigan después de dos o tres siglos en que las mejores inteligencias se apliquen a ello. Esa será entonces la nueva seriedad, la utilidad urgente. Esas hadas dando la paz del corazón en el sufrimiento,  es inventan mil giros sentimentales insospechados para nuestra barbarie, crean la inmovilidad cuyo subproducto llamado lentitud es venerado por algunas sectas populares, hacen de la muerte una broma de un gusto sublime que pierde su sal al ser repetida, ahogan con un solo pensamiento las explosiones cósmicas, etc. 

Es usted muy dueño de proponerse la construcción de un motor atómico: jamás un motor atómico ha evocado la menor de las hadas. Lo dejamos con sus infantilismos."

*Aparecido en la recopilación de Mélanges de Gerhardus van der Leeuw. Intitulada Pro regno, pro sanctuario. G:F. Callenbach,Nijkerk, 1948

Reseña biográfica

Denis de Rougemont  (Neuchâtel, 1906-Ginebra, 1985) 
Escritor suizo en lengua francesa. Desarrolló una densa producción ensayística articulada en dos grandes temas: el amor (El amor y Occidente, 1939; Como tú mismo, 1961; Los mitos del amor, 1967) y el europeísmo (La aventura occidental del hombre, 1937; Carta abierta a los europeos, 1970; El futuro es asunto nuestro, 1977).
Fundador de la revista Esprit (1932), órgano del movimiento personalista, y presidente del comité ejecutivo del Congreso para la Libertad de la Cultura (1951-1966), De Rougemont se guió siempre por su firme compromiso intelectual humanista.
              
              
              
     

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