sábado, 5 de marzo de 2011

Las represas del Río Negro y la muerte de los peces. Gente nueva zurciendo viejos desaguisados y entuertos


Soy nacido, bautizado y confirmado cristiano sin intervención en ninguno   de los casos  de mi voluntad , en Paso de los Toros o  Santa Isabel del Paso de los Toros para otras épocas,   que ahí  nace tambien nuestro gentilicio : "isabelinos".
 Seguí más tarde ligado , terca mi  historia  de  ausente  voluntad,  al destino de mi  nacimiento. Fueron entonces  los tiempos del  pequeño gran éxodo,  con su mínima épica  historia  instalando  orgullo, pertenencia y desafío vital  en  sus protagonistas,  allá en el 1959  cuando  la naturaleza y  uno de sus seres, el Río Negro, ignorante e ignorando la soberbia de tanto doctor frankeistein  deambulador de  espacios de poder cargando    proyectos ,  ambiciones y muchos  tantos propósitos , tantas  demasiadas veces a  escala  meramente personal sin dimensión social ni cultural alguna,  irrumpió y rompió sorpresivamente  tanto cálculo ingenuo de tan  bien hecho   e inundó el pequeño y tranquilo pueblo casi en su totalidad,  llevando a toda su población a ser  evacuada en premura y en 24 horas, enfrentada al   riesgo de que  la promocionada   joyita de la tecnología alemana-americana , la  monumental Represa de generación hidroeléctrica del Rincon del Bonete, proyecto de los años 30 y 40 del siglo pasado,  primera experiencia uruguaya y pionera  para  America del Sur, se partiera en mil pedazos y arrasaran las aguas del embalse todo lo que había aguas abajo, peligrando además de Paso de los Toros, poblaciones del porte de Mercedes , capital de Soriano. Aguas arriba, San Gregorio de Polanco, sabía ya de los daños de tanta agua mantenida y embalsada sin otra solución y que anegó también inundando el pueblo. Ni hablar de Cardozo Grande, perdido su capital social ya desde la génesis del proyecto, transformado en pueblo fantasma.

La Represa. Aguas abajo. Para los lugareños es  mencionada siempre como "La Obra".Foto de autor

Otra vista de la Represa con sus compuertas vertiendo agua. foto de autor


Más tarde, siempre en la involuntariedad , padres de  todas estas  circunstancias personales, hizo de mi un andante y paseé mi vida por muchos lugares . Un hecho es concreta obra de mi voluntad. Siempre en todo tiempo, lugar y circunstancias, me sentí ligado a esas  mis raices pueblerinas.

Viejas tradiciones indígenas cuando  cuentan cosas en tantos fuegos encendidos a través de los tiempos, hablan de su lugar, de su tierra, la que heredaron de sus ancestros y donde están sus huesos, en fin , interpretan y significan en cuanto pueden el concepto de patria , del mundo blanco occidental,  en algo tan simple y eterno como el lugar en donde su madre enterró su ombligo. Allí es a donde pertenece y a donde deberían sus huesos volver.

En lo que hace a mi historia personal, allí en ese hermoso bucle del Río Negro, en algún lugar ,mi  querida madre, enterró mi ombligo.  

Me encuentro hoy con una noticia que ya tiene su tiempo y de la cual en su  oportunidad  no me enteré y por lo tanto excuso mi retraso. Buscando otros asuntos, para nada más serios que  éstos, ese tipo de  cosas que nos ocupan tiempo y hacen que nuestros asuntos parezcan atendibles y profundos, me topé nada más ni nada menos que en la página oficial del PNUD (Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo) qué ese mi pequeño  pueblo de Paso de los Toros, construía noticia de valor suficiente para ocupar espacio en lugar tan importante para las cosas del mundo. Sin ironía.

Para todos, los isabelinos, que muchos andan,  andantes por el mundo,  para los uruguayos que vivimos en esta  criatura no hace mucho nacida y por lo tanto aún ininteligible para muchos de nosotros que miramos y tratamos de ver  y encontrar , el   Uruguay Natural, para todos sin distinción,  comparto estas sencillas noticias  con orgullo isabelino  y  despertada  curiosidad antropológica, esta nota periodística, sobre un asunto cuantitativamente menor a escala planetaria, pero que ocupa en el imaginario de los que  respetamos   al hombre y su habitat  la naturaleza y dentro de ella, especificidad a la que  apunto en este texto,  a ese  río que nos vió crecer ,  que los nativos de estas tierras llamaban Hum , este episodio, hombres y mujeres trabajando callados en estos proyectos casi nunca mediáticos,  y en los cuales rescato y encuentro  un gran  espacio gratificante, estimulante y esperanzador.

La nota periodística de Inés Acosta, fue publicada y va el reconocimiento ,en el periódico  La Diaria editado en Montevideo, Uruguay  el 20 de abril 2010.


ladiaria20_abril_2010



Otros enlaces recomendados.


http://isabelinos.com.uy/reserva_acuario.html
http://reservaacuariodeluruguay.com/about.html
http://municipiopasodelostoros.com/?page_id=141

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